En todas las decisiones que tomamos a lo largo del día existen ciertos patrones de conducta que nos hacen ser irracionales, y déjame decirte que las decisiones que tomamos a la hora de invertir no están a salvo de estas irracionalidades.
Los sesgos psicológicos tienen un papel fundamental en el mundo de las inversiones, las emociones, los prejuicios y los factores sociales son algunos de los elementos presentes cuando tomamos decisiones financieras.
Primero de todo, ¿ya sabes lo que es un sesgo psicológico o sesgo cognitivo?
Antiguamente se tendía a pensar que las personas éramos seres racionales, por lo que todas nuestras decisiones eran analizadas y controladas. Pero lo cierto es que la realidad no podría estar más lejos de la teoría, y así lo planteó el psicólogo Daniel Kanheman, quien concluyó que las personas no actuaban de la manera que se pensaba desde el punto de vista económico.
De manera contraria a lo que se pensaba tradicionalmente, la gran mayoría de las decisiones que tomamos son a través de procesos intuitivos y automáticos, en vez de procesos analíticos.
Por lo tanto, podríamos definir los sesgos cognitivos como la tendencia a pensar de una manera determinada que nos puede llevar a juicios inexactos o irracionales.
¿Qué sesgos cognitivos me afectan a la hora de invertir?
1. Falacia del coste hundido
Este es el miedo a salirnos de una inversión que no está funcionando, por lo que nos quedamos estancados en esa inversión.
¿Alguna vez lo has escuchado? “Es que puse 10.000€, no puedo salirme ahora y perder un 35%” ¿Te suena este comportamiento, no?
2. Predisposición al optimismo
Este sesgo se refiere a la tendencia de ciertas personas a ser optimistas, y aunque a veces ver el lado bueno de las cosas sea una ventaja, esto no puede bloquearnos nuestra capacidad de análisis y la recopilación de información.
Por lo que debemos basar nuestras decisiones en datos para estar más cerca del realismo, y no tanto del optimismo.
3. Status quo
Nos encontramos con este sesgo cuando tendemos a pensar que todo va a seguir igual que en el escenario en el que estamos, e invertimos basándonos en la situación actual, sin pensar que algo va a cambiar. Pero como ya sabemos, la economía es cíclica, cambiante y consecuente a muchos cambios en la sociedad.
4. Aversión a la pérdida
Este sesgo cognitivo hace que las personas prefiramos evitar la pérdida antes que obtener ganancias. Es decir, si a una persona le damos a elegir entre recibir 50 dólares o evitar perder 50 dólares, lo más seguro es que esta persona elija la segunda opción.
Este sesgo implica comportamientos como correr más riesgos para evitar una pérdida que para asegurar una ganancia. O incluso que nos cueste más aceptar una pérdida que una ganancia.
5. Descuento hiperbólico
Este sesgo se basa en un fenómeno, en el que los inversores prefieren recibir un rendimiento menor pero en un período de tiempo más temprano, que recibir un rendimiento mayor pero más tarde en el tiempo.
Por lo que este sesgo está muy presente en las decisiones financieras tomadas a largo plazo, ya que nos limita y nos nubla con beneficios bastante menores, pero más cercanos en el tiempo.
6. Prueba social
Este sesgo lo podemos encontrar en numerosas situaciones de nuestra vida social, se basa en el hecho de que las personas tendemos a fijarnos en el comportamiento de los demás y lo asumimos como un comportamiento correcto. Muchas veces sin siquiera pararnos y analizar si el comportamiento es realmente correcto o no.
Por lo que tendríamos que hacerle caso a nuestras sabias madres cuando decían "¿Si los demás se tiran por un puente tú también?".
7. Efecto halo
Este sesgo se basa en la tendencia de las personas a juzgar a los demás por la impresión general que tenemos sobre un individuo. Y aunque no lo creas, en el mundo de las finanzas y la inversión ocurre exactamente lo mismo, ya que podemos valorar a una empresa en base a un único dato o en base a la imagen que tenemos de ella.
8. Sesgo de autoridad
Este sesgo nos hace confiar de manera, a veces, surrealista en los consejos u opiniones de figuras a las que les brindamos autoridad. Un gran ejemplo de este sesgo son todos los gurús de la inversión o influencers que opinan en redes sociales y los inversores principiantes los siguen con fe ciega, ya que les consideran como una guía para hacerse "ricos".
9. Sesgo de anclaje
Este sesgo nos crea tendencia a confiar en el primer dato que recibimos sobre algo, y en base a ese primer dato (ancla) tomamos nuestras decisiones.
Por ejemplo, en el mundo de la inversión puedes escuchar sobre los grandes resultados de una empresa, y quedarte con ese dato a la hora de invertir en ella, pero lo cierto es que quizá el sector esté en decadencia, o la empresa no pueda competir en otros aspectos. Por lo que estaríamos equivocándonos al basarnos solo en el primer dato que conocemos.
10. Sesgo de confirmación
Este sesgo se presenta cuando las personas tendemos a fijarnos en la información que confirma nuestras creencias o informaciones previas.
Este tipo de sesgo está muy presente cuando un inversor ya está cerca de invertir en una empresa, y solamente busca información que abale su decisión, no aquella información que pudiera brindarle connotaciones negativas que afectasen a su decisión.
11. Ilusión de control
Es la tendencia a sobrestimar el control que tenemos sobre ciertos acontecimientos, lo normalmente lleva a las personas a tomar más riesgos, ya que creen poder controlar las consecuencias negativas de sus acciones.
Habremos escuchado cientos de veces "x empresa va a subir", "la bolsa va a caer", "esta empresa va a despegar", y muchas otras más. Y como ya te habrás dado cuenta, ninguna de estas afirmaciones tienen una base sólida.
12. Exceso de confianza
De manera parecida al anterior ejemplo este sesgo nos lleva a una autoevaluación excesiva, la cual puede concluir en que creemos saber más de lo que realmente sabemos en alguna materia. Y concretamente, en materia de inversión, esto es malo, ya que el exceso de confianza puede llevarnos a asumir ciertos riesgos o peligros que de otra manera no asumiríamos.
Soluciones
Ahora mismo estarás pensando: "Sí, sí, muy interesante todo esto, pero no me des problemas, dame soluciones". No te preocupes, ya sabes que en Reental siempre estamos dispuestos a darte soluciones, no solo en inversión inmobiliaria segura.
1. Educación financiera
Desde pequeños siempre le damos mucha importancia a la educación, entonces ¿por qué no hacer también de mayores? Con una correcta educación financiera evitaremos ser presa de algunos de los sesgos cognitivos que hemos mencionado, y de esta manera tomar unas decisiones más correctas.
2. Análisis de información
Como habrás visto en varios de los sesgos presentados, la falta de análisis es uno de los factores que alimentan a los sesgos psicológicos. Así que no dejes que tu mente te obligue a tomar decisiones precipitadas, no al menos hasta tener toda la información necesaria para tomarla.
3. Controla tus emociones
Durante nuestra vida también somos presa de nuestras emociones, las cuales tienen un efecto directo e imparcial en nuestras decisiones. Para algunas decisiones de tu vida las emociones pueden tener graves consecuencias, pero cuando se trata de decisiones económicas... Nosotros te recomendamos que siempre consultes tus decisiones con la almohada, y cuando estés con las ideas claras para decidir lo hagas siempre con las emociones controladas.
Con estos "tips" no deberías tener ningún problema a la hora de invertir, pero si todavía tienes dudas revisa nuestros inmuebles. Gracias a Reental podrás invertir en el sector inmobiliario de manera segura, y sin dejar que ningún sesgo se interponga entre tú y tus inversiones.
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