En el mundo actual, la tecnología avanza a pasos agigantados, y con ella, surgen nuevos conceptos que pueden parecer complejos para quienes no están familiarizados con ellos. “Blockchain” y “Tokenización” son dos de estos términos que, a menudo, generan confusión.
Durante años, la conversación sobre blockchain ha estado saturada por su naturaleza técnica y entendimiento profundo sobre criptografía, tokenización, hashes y la célebre cadena de bloques. Este enfoque ha oscurecido la comprensión general y, sumado a las limitaciones técnicas que existían hasta hace un año, ha retrasado su adopción a gran escala. Sin embargo, me pregunto: ¿es realmente necesario saber sobre combustión interna para conducir un auto? La respuesta es no. Con la blockchain pasa lo mismo. Es crucial, entonces, adoptar una nueva perspectiva, pensándola más como un medio y no como un enigma técnico.
En términos simples, la tokenización implica crear una representación digital de un activo en la blockchain. Por ejemplo, una propiedad inmobiliaria puede ser dividida en múltiples tokens digitales, cada uno representando una fracción de la propiedad. Estos tokens pueden ser comprados, vendidos y transferidos fácilmente, permitiendo una mayor liquidez y accesibilidad.
En el panorama de las criptomonedas, este proceso de digitalización se conoce como “tokenización”, y se refiere a la conversión de un activo físico en un token digital que es registrado en la blockchain. Este token digital actúa como representación del activo real, manteniendo su valor en una forma que puede ser negociada o transferida electrónicamente con facilidad y seguridad.
De esta manera, la tokenización nos introduce en un nuevo mundo, donde los bienes digitales pueden encontrar atributos y cualidades que no podrían tener en su forma física. La revolución que trae aparejado esta tecnología es la capacidad transformadora y enriquecedora que se extiende desde comprar y venta de estos token de una forma segura y al vez fácil, permitiendo una mayor liquidez y accesibilidad.
Sin lugar a duda es crucial adoptar esta tendencia para obtener nuevas perspectivas, opera en contextos y características diferentes y solo quedarnos y pensarlo como un medio y no como un enigma técnico que tradicionalmente antes estaban fuera de alcance.
Sin esta poderosa herramienta no se hubiera podido realizar la revolución y la transformación de pasar un activo el mundo real al digital. Gracias a la blockchain, también conocida como cadena de bloques, es una tecnología de registro distribuido que permite almacenar información de manera segura y transparente. Funciona como un libro de contabilidad digital donde se registran transacciones de forma cronológica e inmutable. Cada bloque de la cadena contiene información sobre el bloque anterior, lo que crea una cadena irrompible de datos.
Pensar la blockchain como una simplemente una herramienta, un software que digitaliza procesos agregándole una capa más a la internet actual. Donde podemos aprovecharnos de su uso a tareas cotidianas y hacerlas mas optimas, agiles, menos costoso.
La tokenización y la blockchain están revolucionando la forma en que se gestionan y se negocian activos, ofreciendo una plataforma segura y una serie de ventajas
Para entender cómo funciona la blockchain, seguimos con el ejemplo de visualizarlo como un libro de contabilidad donde se va registrando en sus asientos contables todas las entradas y salidas de dinero, en este caso hablamos de un libro de acontecimientos digitales.
Pero en vez de ser un libro contables de una persona o empresa, es un libro aun mayor compartido entre múltiples actores que utilicen este libro, donde cada parte de ellos es fundamental para poder registra cada transacción. Además, una vez que una transacción se registra y añade a la blockchain, no puede ser alterada ni eliminada, lo que garantiza la integridad de los datos.
La blockchain y la tokenización tienen el potencial de revolucionar diversos sectores de la economía, incluyendo:
En resumen, la blockchain y la tokenización son herramientas poderosas que están redefiniendo la forma en que se gestionan y negocian los activos. Aunque estos conceptos pueden parecer complejos, no es necesario ser un experto para entender sus beneficios. La blockchain proporciona una base segura, transparente y eficiente para registrar transacciones, mientras que la tokenización democratiza el acceso a los activos, permitiendo a más personas participar en oportunidades de inversión. Adoptar estas tecnologías puede abrir nuevas oportunidades y transformar sectores enteros de la economía.